A diario oímos sobre la fobia, el miedo, el terror hacia el odontólogo, el sillón odontológico, los instrumentos que usamos, etc. Aquí hay algo muy importante que tenemos que tomar en cuenta, en la vida existen dos fuerzas energéticas de construcción muy importantes: el miedo y el amor.

En base a estas dos fuerzas vamos a crear todo lo que nuestra mente y corazón piensen y sientan, por lo cual llenarnos de miedos y condicionarnos frente a tratamientos odontológicos nos frena muchos aspectos de nuestra vida. Y como bien lo saben ya, todo lo que nosotros traspasamos a nuevas generaciones será reproducido.   

Vamos al inicio, de donde empiezan estos miedos y ansiedad, como odontólogos jóvenes, actualizados y que buscamos el bienestar integral de nuestros pacientes, hemos estudiado mucho su inicio. Muchas veces es por algo que los pacientes han vivido en el pasado, en su primera infancia, en tratamientos que han tenido que realizarse donde no cuidaron su bienestar emocional o también lo vemos en experiencias que les han contado.

Dra. Ana Maria Cabezas

Sin embargo, en algunas otras ocasiones, todo es imaginario, es creado por nuestra mente que nos engaña al sentirnos en una posición vulnerable (si, estar acostados con alguien encima nuestro puede ser terrorífico), ver tanto instrumental metálico que nos acecha, lo que hemos visto en películas, etc. El miedo es conocido como el sentimiento de desconfianza que impulsa a creer que ocurrirá un hecho contrario a lo que se desea, este puede ser causado por presencia de un peligro imaginario o real.

Durante tratamientos médicos, el miedo debe ser tratado de la mejor manera, en esta situación no realizamos ningún procedimiento sin que el niño y sus papás sepan que vamos a realizar, aquí utilizamos todas las técnicas de modificación de la conducta como decirles a los niños que vamos a hacer, mostrarles y luego acceder a realizar cualquier procedimiento.

Durante tratamientos médicos, el miedo debe ser tratado de la mejor manera, en esta situación no realizamos ningún procedimiento sin que el niño y sus papás sepan que vamos a realizar, aquí utilizamos todas las técnicas de modificación de la conducta como decirles a los niños que vamos a hacer, mostrarles y luego acceder a realizar cualquier procedimiento.

A los niños con miedo los adaptamos cuantas veces sea necesario siempre y cuando no presenten emergencias que deben ser tratadas como tal. 

En cuanto a la ansiedad es la respuesta de anticipación involuntaria a estímulos externos o internos que son percibidos por el individuo como amenazantes y/o peligrosos, nuestros niños lo perciben siempre, pero muchas veces no saben cómo expresar que es lo que están viviendo. En estos casos, los niños y los adultos deben ser tratados con mucho amor, en consulta buscamos ambientes de paz, y la consulta debe ser llevada a base de juegos y comunicación abierta para saber que siente, porque lo siente, qué le pasa y cómo podemos ayudarlo.

Una vez el niño haya roto todos sus miedos y bajado su ansiedad, cualquier tratamiento odontológico que debamos realizar por más complicado y especial que tengamos que realizar se torna mucho más sencillo y llevadero. Tanto papás como odontopediatra debemos recordar que todo lo que hagamos hoy va a marcar al niño el día de mañana.

Tengo para ti algunas recomendaciones para poder llevar sus consultas y controles de manera tranquila, serena, en confianza y seguridad. 

  • Conversa con tu hijo/a y anticipa la visita al consultorio, como algo ameno, divertido. El anticipar la visita a una amiga, por ejemplo, ayuda a que su primer encuentro sea mucho más tranquilo.

  • Jamás amenaces a tus hijos con la odontóloga, con visitar uno o con procedimientos que a veces tenemos que realizar. Queda prohibido decirle frases como “si no te portas bien, te llevo a la dentista”, “le voy a decir a la doctora que te pinche”, “si no te lavas los dientes van a utilizar esas máquinas como taladros”

  • Te pido que tengas mucho cuidado cuando hablas de tus experiencias pasadas o experiencias de otras personas pues los niños parecen no escuchar pero sus oídos están siempre prendidos.

  • Y la mejor recomendación que te puedo dar es buscar profesionales especialistas que tengan experiencia y entrenamiento adecuado en ámbitos psicológicos y emocionales para crear siempre buenas experiencias. Es muy diferente que sean atendidos por odontopediatras a que sean atendidos por odontólogos que les guste los niños.    

Por estas y más razones el cuidar de la salud emocional y psicológica de nuestros pacientes es un trabajo primordial y de suma importancia. Con nuestros pacientes pediátricos, el trabajo se convierte en algo mucho más complejo cuando el miedo y la ansiedad les invaden.

Tenemos que ser conscientes de no causar ningún trauma innecesario en ellos. Cada cita de adaptación donde se valore y se respete sus tiempos es de oro.

Dra. Ana Maria Cabezas

Un trabajo fundamental es el que hacen ustedes como padres al trabajar juntos desde casa previniendo así cualquier reacción negativa que pudieran tener en el consultorio. ¡Se pide siempre que el trabajo sea en conjunto, porque nadie en el mundo conoce más a sus hijos que ustedes y nadie sabe cómo tratarlos mejor que ustedes!

Aquí te invito a ser parte de un equipo lleno de responsabilidad al cuidado de tus hijos, con mucho respeto y amor, cualquier duda o pregunta que tengas siempre estoy a tu lado. 

¿Te ayudó a resolver tus dudas? ¿Conoces a padres que puedan necesitar nuestra ayuda?  Te invito a compartir este artículo y que nos permitas estar cada día más cerca de ti y de tu familia. 

Recuerda siempre, “el conocimiento es poder” como lo dijo Francis Bacon, pero es aún más poderoso cuando lo ponemos en práctica. 

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