“Mi papá siempre tuvo caries, porque mi abuela también las tenía y esto viene desde mis bisabuelos que sufrieron con sus dientes siempre.”

X Persona

Este tipo de frases son muy comunes de escuchar en nuestro consultorio y yo te quiero enseñar a dejar de normalizar una enfermedad que nos acecha. 

La caries dental es reconocida como una de las enfermedades más comunes a nivel mundial, ¿muy triste verdad? Quiere decir que la mayoría de la población está enferma, y necesitamos empezar a sanarnos. Existen múltiples enfermedades sistémicas asociadas al mal estado de nuestros dientes, a la pérdida de una pieza dental, al dolor crónico y hasta al autoestima por no tener nuestra sonrisa sana. 

La pregunta entonces es, ¿podemos cambiar esta realidad en las nuevas generaciones? Claro que podemos, y no solo en las nuevas, sino también en las actuales, tu y yo podemos hacerlo. Lo más importante es conocer cómo se producen para empezar a cambiar los hábitos con los que hemos sido criados. La mayoría de estos procesos empieza en la primera infancia, cuando creemos que es normal que los niños tengan caries, entonces, ¿es normal que los niños vivan enfermos? ¡NO!

¿Sabes sobre la caries de la primera infancia? ¡Sigue leyendo que te explico!

Las caries de primera infancia abarcan lo que antes conocíamos como caries rampante o caries de biberón en niños de 0 a 5 años. Debido a que son causadas por múltiples factores y no solo el biberón (como se creía antes). Esta enfermedad debe ser reconocida como una infección bacteriana que afecta a los tejidos dentales de los niños. 

Las bacterias se pegan a la placa dental que está conformada en su mayoría por azúcares provenientes no solo de dulces, sino también de carbohidratos simples y almidón cocido, como pan, papas, arroz, pastas, etc y bebidas azucaradas. Una vez adheridas las bacterias comienzan a producir ácidos que destruyen la superficie de los dientes y disuelven minerales del tejido dando como resultado las caries. 

Entonces, ¿cuando les digo a los niños que los gusanos les llenaron de basura sus dientes es verdad? Si, los ácidos que liberan las bacterias son los que empiezan a desmineralizar el esmalte del diente pero es importante saber que estos “gusanos” no crecen y no se pegan si no tienen azúcares libres en la superficie.  

Es importante conocer que las caries causan problemas fisiológicos, emocionales y funcionales en los niños, alterando su alimentación, su lenguaje, su percepción corporal y desarrollo. Por lo cual, hoy en dia todos los odontopediatras estamos muy conscientes de que su tratamiento en busca de salud debe ser integral y que le permita al niño crecer sanamente En cuanto a su afectación emocional se debe tomar en cuenta que este efecto suele alterar su autoestima y su personalidad, volviéndose niños retraídos, tímidos y muy inseguros. En algunas ocasiones se cree que al ser los dientes temporales y que pronto cambiarán por sus definitivos no se debe trabajar sobre ellos, sin darnos cuenta que el daño es integral en el desarrollo de los pequeños.

Tengo los suficientes años de experiencia profesional para decirles con mucha certeza esta afirmación,

“El niño o niña que tiene bajo o nulo consumo de azúcar durante su día, no produce procesos cariosos así su higiene no sea perfecta, con la condición de que utilice pastas dentales con flúor”.

Odp. Ana Maria Cabezas

Ojo que no estoy diciendo que no se lava los dientes, jaja, no mal entienda la situación, pero aquí el enemigo es el azúcar y los carbohidratos simples.

Con esto vienen mis recomendaciones, muy fáciles de aplicar en el día a día, útiles y sobre todo, que puedan ser hábitos mantenidos por el resto de la vida para todas sus nuevas generaciones. 

Es importante tomar en cuenta factores que otorgan una mayor predisposición a contraer caries como son: una deficiente higiene bucal, alto consumo de azúcar tanto en cantidad y frecuencia, el tiempo en que el azúcar se conserve en la boca, la respuesta del sistema inmune del niño y los microorganismos a los cuales se exponga el niño.

Dentro de mi consulta, es común escuchar a los papás decir que “ya nació con los dientes dañados”, “la medicación les puso de ese color”, “su hermanito tenía el mismo color de dientes”, etc. Por lo que hay que recordar que los niños no nacen con las bacterias causantes de caries, sino que empiezan con hábitos incorrectos de alimentación e higiene desde que erupcionan los dientes y es por eso su daño.

alto en azucar

Así que te voy a recomendar que tengas mucho cuidado con el “Golpe de Azúcar”, los niños con consumos de alimentos y bebidas nutritivas, como leche, leche de fórmula, coladas, tapiocas, avenas y jugos de frutas con azúcares también están más predispuestos a contraer caries. Debido a que no podemos dejar de alimentar a los niños con algunos de estos alimentos nutritivos, debemos regular cuándo y con qué frecuencia se los expone al llamado “golpe de azúcar”.

Es importante que sepas que quienes están más propensos a contraer caries son los niños que comen refrigerios azucarados con frecuencia, quienes no mantienen una higiene bucal inadecuada o mantienen hábitos nocivos en la primera infancia como por ejemplo quienes duermen con biberón en boca que contenga cualquier otro líquido que no sea agua.

Como ven, el enemigo es claro ¿verdad? y el objetivo a cambiar dentro de nuestros hábitos familiares está aún más claro verdad?

Es hora de hacernos cargo con mucho amor de los hábitos que nos han traspasado para cambiarlos y así ayudar a que nuestros niños mantengan una salud oral impecable.

Les dejo algunas recomendaciones significativas que pueden implementar en sus hogares mientras agendan la visita al consultorio: 

  • Evalúen sus hábitos alimenticios en familia, pueden revisar sus despensas y refrigeradoras en búsqueda de alimentos y bebidas altos en azúcar y sus derivados. Aquí ayuda mucho hacer compras con lista, se logra evitar el comprar antojos que la mayoría de veces no son saludables. 
  • Mantengan comida saludable al alcance de los más pequeños eso les ayudará mucho. Mantener fruta cortada y lista, frutos secos, queso, chochos listos. ¡Les va de maravilla! 
  • Recuerden que el acceso al agua debe ser aún más fácil. 
  • Limiten el consumo de postres o golosinas a una vez a la semana, elijan como familia tomar un helado el sábado o comer un postre el domingo. Sus hijos crecerán con ese ejemplo.
  • El consumo de bebidas con el biberón es un tema infinito, prometo escribir sobre esto próximamente, pero la mejor recomendación, si es que no lo podemos evitar, es que solamente se aplique en la leche materna, fórmulas infantiles bajas en azúcar y agua. Ningún otro líquido, por favor.  
  • Realicen la rutina de limpieza dental desde temprana edad, con el primer diente, siempre con pastas con flúor y revisando que cada superficie quede limpia. Para esto mi recomendación siempre es que levanten el labio de sus hijos para poder realizar una limpieza efectiva y así poder revisar signos de caries como puntos blancos o marrones que presentarán en sus dientes. 
  • Realice controles periódicos al menos dos veces por año con un odontopediatra en donde se evalúe en conjunto todos los hábitos que se mantiene como núcleo familiar, solo una “chequeada de dientes” no funciona hoy en día.
  • Recuerden, que el cambio es a nivel de toda la familia por lo cual es importante que tanto el niño como sus padres, núcleo familiar y cuidadores se encaminen a vivir con sus hábitos saludables y acudan a su control odontológico.

¿Te ayudó a resolver tus dudas? ¿Conoces a padres que puedan necesitar nuestra ayuda?  Te invito a compartir este artículo y que nos permitas estar cada día más cerca de ti y de tu familia. 

Recuerda siempre, “el conocimiento es poder” como lo dijo Francis Bacon, pero es aún más poderoso cuando lo ponemos en práctica. 

Dra. Ana Maria Cabezas / Especialista en Odontología Pediátrica

Atención integral a bebés, niños, adolescentes, mujeres embarazadas y pacientes con diversidad funcional, trabajo sobre el miedo y ansiedad en el odontólogo. 

Agregar Comentario

© 2024 Dra., Ana María Cabezas
Todos los derechos reservados.
Diseño y Desarrollo H.C.